En el poema “Renacimiento”, la poeta Nancy Morejón describe la transformación de Cuba durante la revolución en términos abstractos y bíblicos, a la vez subvirtiendo imágenes típicas de la encarnación y del nacimiento en mitos religiosos, para formular la revolución de una manera respetuosa y casi religiosa. Las primeras tres líneas usan una metáfora que personifica el mar como la madre del “yo” poético: “Hija de las aguas marinas, / dormida en sus entrañas, / renazco” (1-3). El hecho de que el “yo” refiere no a la matriz de su “madre” pero a las “entrañas” hace que esta metáfora del embarazo parece menos romántico y más visceral. Se destruye la pureza ideal de la imagen de una hija “del mar” por profundizarlo en términos tan físicas y realistas. Quizá estas líneas hacen referencia a la historia de la negritud de la autora: ella es una “hija” del comercio de esclavos transatlántico. Las raíces de esclavitud no merecen una imagen pura, así que se lo transforme en una imagen visceral.
El renacimiento del “yo” poético revela aún más yuxtaposiciones entre una imagen ideal y religiosa del nacimiento y de la encarnación. El poema utiliza la metáfora de nacimiento de polvo, un tema familiar del libro de Génesis de la Biblia cristiana: “renazco de la pólvora / que un rifle guerríllero / esparció en la montaña” (3-5). Se nota que el uso de pólvora, evocando la tecnología, la guerra, y la violencia, subvierte la imagen ideal del nacimiento de polvo como se leería en Génesis. La nueva sociedad de Cuba después de la revolución no es como Adán y Eva sino es más realista, viniendo de una sociedad previa por una lucha violenta. La historia de la Revolución cubana no es una historia romántica como las de las religiones; es brutal y trágica, es humana. La palabra esparcir puede referir al acto de aventar el grano o las cereales; es una imagen que implica fertilidad y libertad del peso y de la inutilidad.
La combinación de las imágenes de un soldado y de un granjero yuxtapone la violencia con la creación, la guerra con la harmonía. Esta yuxtaposición demuestra bien la complejidad en celebrar una sociedad que haya nacido en violencia. Mientras las ideas del nacimiento y del génesis son tranquilas, el concepto del renacimiento implica una violencia en la muerte (0 gran cambio) de lo que existía antes. No se puede renacer una persona o una sociedad y a la vez mantener todos de sus cualidades centrales. El poema concluye con una reflexión solemne en este renacimiento como el motivo del acto del guerrillero:
para que el mundo renaciera a su vez,
que renaciera todo el mar,
todo el polvo,
todo el polvo de Cuba. (6-9)
En estas líneas finales, se nota solamente el verbo “renacer”. No hay mucha acción, pero hay un sentido de esperanza en la construcción gramatical de líneas. Las líneas se enfocan cada vez más, de “mundo” a “el polvo de Cuba”, celebrando la transformación que la Revolución cubana ha permitido para la nueva sociedad cubana. La repetición de “todo” enfatizar que la implicación de la revolución es absoluta y total. Es también interesante notar el uso de “polvo” dos veces, ya en vez de “pólvora”, sugiriendo que la nueva sociedad de Cuba ya no tiene que usar violencia para defenderse, definirse, y promoverse. La nueva Cuba puede existir en paz porque el violento renacimiento de la revolución. El poema complete una imagen de “nacimiento” no elegante, no ideal, y no romántica.